lunes, 20 de mayo de 2013

Esta película es una bonita película en la que está muy presente el tema del fracaso y del éxito.
El personaje que más me gusta es el anciano ya que representa un gracioso papel. Una de sus mejores frases es cuando le dice al nieto que se las tire a todas. Aunque la escena que más me gusta es cuando le dice a su hijo que a pesar de no haber logrado que se venda el libro que no es un fracaso porque lo ha intentado.

Aquí voy a poner una de las frases que más me gustaron de la película:

El verdadero perdedor no es aquél que no gana. El verdadero perdedor es aquél que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta.
¿Sabes qué? A la mierda estos concursos. La vida es un puto concurso de belleza detrás de otro. El instituto, la universidad, luego el trabajo... ¡A tomar por culo! Y a la mierda la academia de pilotos. Si quiero volar, ya buscaré el modo de hacerlo. Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás.

Espero que hagan películas de este tipo porque es muy buena.
                                                   
                                                                     Benito Rodríguez

jueves, 16 de mayo de 2013

'Pequeña Miss Sunshine'

Sinceramente ésta era una película de la que no esperaba mucho. Tenía la sensación de que sería una película pretenciosa de éstas que acaban aburriendo al máximo. Poco a poco fui comprendiendo que me equivocaba y que era una sensación agradable seguir viéndola.
Es una película basada en el éxito, el fracaso y tal vez en la belleza. El trasfondo de ésta película es la obsesión de las personas por lograr el éxito y el miedo a fracasar.
Podría destacar varias frases de ella, por ejemplo:
- "Un fracasado de verdad es alguien que tiene tanto miedo de no ganar que ni siquiera lo intenta"
- "La vida es un puto concurso de belleza tras otro. El instituto, la universidad luego el trabajo.. ¡A tomar por culo! Y a la mierda la academia de pilotos. Si quiero volar, ya buscaré el modo de hacerlo. Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás.
- "Hay dos clases de personas en el mundo, los triunfadores y los fracasados, ¿ y sabéis cuál es la diferencia? Los triunfadores pelean."
Para mi esta imagen resume toda la película. Hay que hacer lo que uno quiera sin miedo a fracasar, si tu sueño y tu ilusión es intentarlo, que el miedo a fracasar no te impida a hacerlo.Aunque fracases siempre habrá gente que esté contigo y te apoyará, y nunca dejará de hacerlo.

En definitiva es una película que te hace disfrutar, divertirte y sobre todo pensar. Merece la pena verla.

                                                                                                                                                     AR.

lunes, 11 de marzo de 2013

Después de Chávez

 Nada importa más a los venezolanos estos días, en los que el país está suspendido en un paréntesis, que la despedida, que se prevé faraónica, a su presidente durante 14 años. Y presumiblemente nada les va a interesar más en las próximas semanas que las elecciones para reemplazar a Hugo Chávez. Una cita con las urnas para la que el vicepresidente y discípulo elegido Nicolás Maduro, que con la anuencia militar ha asumido todos los poderes en el interregno electoral, ya ata todos los cabos de la sucesión, también los más bajamente emocionales, como lo sugiere la atribución de la muerte de su jefe a una conspiración imperialista.
En los meses venideros, sin embargo, no hay incógnita más relevante que la de por cuánto tiempo la llamada revolución bolivariana sobrevivirá a su inventor e ideólogo en una sociedad tan polarizada como la venezolana. El chavismo no ha tenido desde sus orígenes otra referencia que el propio Hugo Chávez. El sistema autocrático travestido de democracia que ha cambiado a mejor la vida de millones de personas y empeorado la de otros muchos ha sido —desde 1999 hasta la misma cama del hospital de La Habana desde la que Chávez ha regresado a morir en su país— un régimen de una sola persona de voluntad indómita.
Es poco probable que su formidable huella se desvanezca en unos meses. Pero es aún más improbable que, llegado el caso, Maduro —carente por completo del carisma que permitió al líder fallecido apuntarse todos los tantos y no ser responsabilizado por ninguno de sus fracasos— esté en condiciones de lograr la indulgencia de sus compatriotas para lidiar con el aluvión de problemas que afligen hoy a Venezuela, una economía resquebrajada para la que resulta insuficiente la reciente devaluación del bolívar del 32%. Tampoco parece fácil que el próximo presidente, sea quien fuere, tenga libre acceso a la caja de Petróleos de Venezuela o a la del Banco Central para financiar sus veleidades políticas. O que consiga convencer a sus compatriotas de que todos los males del país provienen del enemigo yanqui. El mito chavista, bañado en petróleo, ha oscurecido la realidad de una nación con un gasto público insostenible, escasez de productos básicos, infraestructuras envejecidas y una industria no competitiva.
La desaparición de Chávez deja también un significativo vacío, cuando no infunde un abierto temor, más allá de las fronteras de su país. El caudillo populista trabajó incansablemente para convertir a Venezuela en un actor internacional, aunque en ocasiones fuese a costa de formalizar alianzas con cualquier Gobierno despótico que se opusiera abiertamente a EE UU: la Libia de Gadafi, Corea del Norte, Irán o Siria. Pero lo fundamental de su acción exterior se dedicó a forjar lazos con los regímenes izquierdistas latinoamericanos —Cuba sobre todo— a cambio de petróleo barato del país con las mayores reservas del mundo. Si ese crudo a precio de amigo va a seguir fluyendo sin la decisiva presencia ideológica de Chávez es ahora un tema abierto.
Nicaragua, Bolivia y Ecuador pierden con su muerte a su más estrecho aliado y potente altavoz. Argentina, a alguien que compró miles de millones en bonos para salvarla de la bancarrota. Pero ningún país como Cuba depende tanto de Caracas, de la magnanimidad petrolera de Chávez para con su ídolo y amigo Fidel Castro. Los más de 100.000 barriles diarios a cambio del trabajo en Venezuela de decenas de miles de profesionales cubanos y la multitud de proyectos de cooperación han supuesto en los últimos años un auténtico soporte vital del régimen comunista. Para nadie como para La Habana la desaparición de Chávez representa un acontecimiento trascendental.

Un mayor control del dopaje

El Consejo de Ministros aprobó el viernes una nueva ley antidopaje para endurecer los controles y poner fin a la situación de laxitud que ha sumido en el descrédito al deporte español. El texto otorga más capacidad de iniciativa y vigilancia a la Agencia Estatal Antidopaje, que fijará cómo y cuándo se realizan los controles. Esto es fundamental, pues la dispersión de esta función en diferentes organismos es una de las causas del fracaso del actual sistema, donde se han llegado a realizar pruebas, que han de ser por sorpresa, con cita previa. Es una lástima que el esfuerzo que se ha hecho para convertir a España en una potencia deportiva se haya visto empañado por malas prácticas como las de la Operación Puerto. Esta ley busca un efecto reparador: evitar que el dopaje se enseñoree del deporte y acabar con la idea de que cuenta con una gran tolerancia. Es urgente restablecer un orden justo en el que todos estén en igualdad de condiciones. Recurrir al dopaje da mayores opciones a quienes tienen menos escrúpulos y más dinero para recurrir a las sustancias ilegales. La ley será tramitada con urgencia: el 18 de marzo, el Comité de Evaluación de los Juegos Olímpicos estudiará la candidatura de Madrid para los de 2020. Demostrar que España se toma en serio la lucha contra el dopaje resulta imprescindible.

miércoles, 6 de febrero de 2013

EL ALUMNADO SE REVELA

Estudiantes de secundaria de toda España (ESO, FP y Bachillerato) respaldaron ayer la primera jornada de protesta de 2013 contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, conocida como ley Wert. Decenas de miles de alumnos faltaron a clase. El Ministerio de Educación cifró el seguimiento en el 20% y el Sindicato de Estudiantes, en un 80%. Retoman las protestas de octubre contra la normativa y los recortes que superan los 6.300 millones desde 2010 y añaden una petición de dimisión del Gobierno “en bloque” por las sospechas de corrupción desatadas las últimas semanas. Los estudiantes, con otros tres días de huelga por delante, han convocado más de un centenar de manifestaciones, que este jueves coinciden con otro de los escenarios movedizos del ministro José Ignacio Wert: la conferencia sectorial con las comunidades autónomas. El asunto a debatir es la memoria económica de la ley, que ha multiplicado su presupuesto por cinco y obliga a las autonomías a asumir los costes de la mejora del abandono escolar. Algunas, como Cataluña, ya han alertado de que es “imposible”. Las universidades, otro de los flancos, se mantienen por ahora en la retaguardia.

martes, 29 de enero de 2013

Aristóteles y su tratado de ética

En mi artículo anterior señalaba que otra de las obras trascendentales de Aristóteles es su tratado Ética a nicomaquea o Ética a Nicómaco, uno de los primeros tratados sobre ética y moral de la filosofía occidental.
Esta obra está compuesta de 10 libros y abarca un análisis de la relación del carácter y la inteligencia con la felicidad. Es el primer tratado sistemático sobre la ética. Como Platón y Sócrates, Aristóteles sostiene que la virtud nos ayuda a buscar la felicidad y esa es la base de la ética. A diferencia de Platón y Sócrates, Aristóteles enseña que la virtud no viene directamente del conocimiento, sino que requiere el hábito, que la felicidad no es un estado sino una actividad, y que el placer no es la felicidad sino una consecuencia de la virtud.
Aristóteles empieza su obra definiendo lo esencial de la ética: El bien. Para ello introducirá el concepto de virtud, que será identificado con la costumbre del buen obrar. El estagirita establece que las virtudes han de ser de dos clases: Las virtudes llamadas éticas, morales o de carácter; especialmente la justicia, que vienen del alma desiderativa en tanto que ésta obedece a la razón; y las virtudes denominadas dianoéticas, intelectuales o racionales, que son las que permiten alcanzar la felicidad y vienen del alma racional misma. Después muestra cómo el placer tiene que ver también con la felicidad, y por lo mismo con la ética. Como el hombre es social, necesita amigos para alcanzar la felicidad completa. Esto le lleva a una descripción final de la felicidad que será la que se alcance por una actividad acorde con la virtud más excelsa.
Mutatis mutandi, su ética es, en primer lugar, una ética de la felicidad… pero también es una ética de la virtud ya que ésta es el medio por excelencia para alcanzar la felicidad.
Para Aristóteles la felicidad consiste en lograr la perfección de la propia naturaleza humana. Un ser es feliz cuando actúa de acuerdo a su naturaleza, consiguiendo la máxima perfección respecto a eso. He aquí dos de sus célebres frases, que han servido de guía y ejemplos para la humanidad: “El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”; y “La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Nietzche y la conciencia lúdica

Se me ha ocurrido llamarle “conciencia lúdica”. O “La Conciencia Lúdica”. O como se le quiere poner, porque a fin de cuentas todo no es más que un juego. Precisamente por eso Nietzsche perdió la razón y acabó muriéndose antes de tiempo. Porque a pesar de todo se tomó demasiado en serio. Se olvidó de jugar.
Haberse tomado tan en serio siendo, como era y es, una de las mentes más agudas e inconformes de la historia de nuestra civilización, demuestra que muy pocos, ni siquiera los más dotados, están en condiciones de lanzar la primera piedra. Y si en realidad estamos a las puertas de un nuevo comienzo, de una resurrección en el ser interno –en el estar—, de un golpe de timón verdaderamente transformador, es hora de empezar a lanzarla. Ver las ondas diseminarse. Asomarse al fondo donde nadan los peces de colores (ríete de los peces de colores). 
De tan dotados acaban desangrados por sus cuchillos mentales. Estar en el pueblo y no ver las casas. La mente rehén de la mente. El enorme aparato del ego intransigente a merced de sí mismo, inmerso en su círculo vicioso. ¿Qué fue lo que alcanzó el Buda a fin de cuentas? No habría que leer demasiado para comprenderlo. Alcanzó la sabiduría a través de la noción de “estar” –en oposición a la de “hacer” o incluso “ser”—, en tránsito hacia la conciencia lúdica. Buda se reía de sí mismo a solas consigo mismo. Fue ese su gran descubrimiento, y su gran mérito haberlo llevado a la práctica. Conseguir reírse de sí mismo para sí mismo, a la sombra del árbol de la vida. Lo que Nietzsche fue incapaz de alcanzar a pesar de sus atisbos (“la madurez del hombre consiste en encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño”). La madurez de la conciencia lúdica llevada a la práctica.