En mi artículo anterior señalaba que otra de las obras
trascendentales de Aristóteles es su tratado Ética a nicomaquea o Ética
a Nicómaco, uno de los primeros tratados sobre ética y moral de la
filosofía occidental.
Esta obra está compuesta de 10 libros
y abarca un análisis de la relación del carácter y la inteligencia con
la felicidad. Es el primer tratado sistemático sobre la ética. Como
Platón y Sócrates, Aristóteles sostiene que la virtud nos ayuda a
buscar la felicidad y esa es la base de la ética. A diferencia de
Platón y Sócrates, Aristóteles enseña que la virtud no viene
directamente del conocimiento, sino que requiere el hábito, que la
felicidad no es un estado sino una actividad, y que el placer no es la
felicidad sino una consecuencia de la virtud.
Aristóteles empieza su obra definiendo lo esencial de la ética: El
bien. Para ello introducirá el concepto de virtud, que será
identificado con la costumbre del buen obrar. El estagirita establece
que las virtudes han de ser de dos clases: Las virtudes llamadas
éticas, morales o de carácter; especialmente la justicia, que vienen
del alma desiderativa en tanto que ésta obedece a la razón; y las
virtudes denominadas dianoéticas, intelectuales o racionales, que son
las que permiten alcanzar la felicidad y vienen del alma racional
misma. Después muestra cómo el placer tiene que ver también con la
felicidad, y por lo mismo con la ética. Como el hombre es social,
necesita amigos para alcanzar la felicidad completa. Esto le lleva a
una descripción final de la felicidad que será la que se alcance por
una actividad acorde con la virtud más excelsa.
Mutatis mutandi, su ética es, en primer lugar, una ética de la
felicidad… pero también es una ética de la virtud ya que ésta es el
medio por excelencia para alcanzar la felicidad.
Para Aristóteles la felicidad consiste en lograr la perfección de la
propia naturaleza humana. Un ser es feliz cuando actúa de acuerdo a su
naturaleza, consiguiendo la máxima perfección respecto a eso. He aquí
dos de sus célebres frases, que han servido de guía y ejemplos para la
humanidad: “El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”; y “La
inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la
destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”.
¿De verdad os habéis leído esto? Os engañáis a vosotros, no a mí. Por lo menos cuando copias sin más un artículo, debería parecer que lo escribís vosotros porque si no de poco vale. Deberíais hacer un filtrado de la noticia o artículo y crear algo vosotros, esto no es más que un mero copiado, con poco valor
ResponderEliminara ver si va resultar cierto que "teneís pero no lo usáis" jajaja
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